Cómo evitar referencias científicas irrelevantes

En cada artículo de investigación, los autores científicos ofrecemos a los lectores un determinado número de citas y referencias que les permiten seguir indagando sobre el tema, pero ese número puede estar limitado por los requerimientos de la revista. Lo cierto es que, cada vez que un autor incorpora más citas de las necesarias, algunos lectores se enfrentan a un exceso de información que puede interrumpir u obstaculizar su lectura.

 

«Evita la cita de referencias irrelevantes». Así lo expresa las Directrices de la EASE (European Association of Science Editors) para autores y traductores de artículos científicos publicados en inglés (EASE, 2018). Pero ¿en qué casos puede considerarse irrelevante una cita? El profesor Heard (2016), de la University of New Brunswick (Canadá), plantea tres casos en su guía de escritura para científicos: una afirmación comúnmente aceptada, una afirmación objetiva y basada en hechos fácilmente verificables y un método que es estándar en un campo. Vamos a verlo con unos ejemplos.

  1. Evita incluir referencias científicas al referirte a afirmaciones comúnmente aceptadas.

Ejemplo: «People with socioeconomic disadvantage are more likely to suffer from worse health in the life-course». Encontrado en Vineis et al. (2020)

 

  1. Evita incluir referencias científicas al hacer afirmaciones objetivas y basadas en hechos fácilmente verificables.

Ejemplo: «The health benefits of a physically active lifestyle during adolescence are well documented». Encontrado en Guthold et al. (2020)

 

  1. Evita incluir referencias científicas al mencionar un método que es estándar en tu campo.

Ejemplo: «Time-dependent Cox proportional hazards models were used to estimate the hazard ratios (HRs) of developing type 2 diabetes in rotating night shift workers». Encontrado en Pan et al. (2011)

Demos crédito cuando hay que darlo: en afirmaciones que el lector pueda cuestionar, en métodos con los que el lector pueda no estar familiarizado o cuando deseemos dirigir al lector a más información valiosa.

 

Los editores de las revistas y el resto de los lectores apreciarán tu esfuerzo de elegir solo aquellas referencias que son más relevantes para ellos. Al mismo tiempo, mejorarás la legibilidad de tus publicaciones científicas.

Referencias y bibliografía

EASE. (2018). Directrices de la EASE (European Association of Science Editors) para autores y traductores de artículos científicos publicados en inglés. European Science Editing, 44(4), 1–16. https://doi.org/10.20316/ESE.2018.44.e1.sp

Guthold, R., Stevens, G. A., Riley, L. M., y Bull, F. C. (2020). Global trends in insufficient physical activity among adolescents: a pooled analysis of 298 population-based surveys with 1·6 million participants. The Lancet Child and Adolescent Health, 4(1), 23–35. https://doi.org/10.1016/S2352-4642(19)30323-2

Heard, S. B. (2016). The Scientist’s Guide to Writing: How to Write More Easily and Effectively throughout Your Scientific Career. Princeton University Press.

Pan, A., Schernhammer, E. S., Sun, Q., y Hu, F. B. (2011). Rotating night shift work and risk of type 2 diabetes: Two prospective cohort studies in women. PLoS Medicine, 8(12). https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1001141

Vineis, P., Avendano-Pabon, M., Barros, H., Bartley, M., Carmeli, C., Carra, L., Chadeau-Hyam, M., Costa, G., Delpierre, C., D’Errico, A., Fraga, S., Giles, G., Goldberg, M., Kelly-Irving, M., Kivimaki, M., Lepage, B., Lang, T., Layte, R., MacGuire, F., … Zins, M. (2020). Special Report: The Biology of Inequalities in Health: The Lifepath Consortium. Frontiers in Public Health, 8(May), 1–37. https://doi.org/10.3389/fpubh.2020.00118

Autora: Ana Jiménez Rivero.

Correctora de estilo: Elena Hernández.

Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2020.

Última revisión: 10 de marzo de 2022.